lunes, 2 de junio de 2014

TRABAJO DESDE LA PERSPECTIVA DE GÉNERO


El concepto de trabajo desde la perspectiva de género

Desde la perspectiva de género, las realidades socio-laborales de hombres y mujeres están constituidas por el conjunto de actividades orientadas a la generación de ingreso y a la reproducción de la familia. El concepto de trabajo abarca tanto las actividades generadoras de ingreso como aquellas desarrolladas en el ámbito de los hogares y de las comunidades que, pese a no generar un ingreso, son igualmente importantes para la reproducción de las personas, las familias y la sociedad en general.1

El posicionamiento de las actividades no remuneradas (dentro de hogares o en redes sociales) al mismo nivel conceptual del trabajo remunerado es central para comprender las oportunidades concretas de hombres y mujeres para asegurar su reproducción y mejorar las condiciones de vida, tanto propias como de sus familias.
Debido a las relaciones de género actualmente vigentes en la sociedad boliviana, las cuales asignan a las mujeres la responsabilidad del cuidado en el seno de las familias y de las comunidades, las modalidades de inserción laboral de las mujeres dependen de las alternativas de conciliación de las actividades de cuidado, las cuales se estructuran a partir de la distribución del trabajo de cuidado al interior de las familias y de la existencia y accesibilidad de servicios públicos (estatales y no estatales) y privados de atención a niños y ancianos (Wanderley, 2003).

La comprensión de que las condiciones de inserción ocupacional de las mujeres depende, en gran medida, de la distribución de las responsabilidades del cuidado al interior de la familia y, entre el Estado, el mercado y la familia, ha consolidado la demanda de inclusión de la economía del cuidado en la agenda pública como tema central para la promoción de la equidad de género en las relaciones laborales.

La agenda de la economía del cuidado como bien público es amplia e incorpora (i) la visibilización y valorización de las actividades de cuidado al interior de los hogares; (ii) la promoción de la división de responsabilidades entre hombres y mujeres con responsabilidades familiares; (iii) la oferta de servicios públicos o subvencionados de guarderías y alternativas para el cuidado de los niños menores a seis años y adultos mayores para hombres y mujeres con responsabilidades familiares; (iv) políticas de recursos humanos en las empresas y en el sector público facilitadoras de la conciliación entre las responsabilidades familiares y laborales de los(as) trabajadores(as).

1 Una amplia literatura feminista y de estudios de género está dedicada a esta temática. Algunas
referencias recientes sobre esta discusión son Gutiérrez (2007) y Marco Navarro (2008)..
















EL TRABAJO DESDE LA PERSPECTIVA DE GÉNERO

ANÁLISIS

Desde el punto de vista del género, la realidad socio-laboral de hombres y mujeres constituyen el conjunto de actividades unas orientadas a actividades retribuidas monetariamente y la otra a la reproducción de la familia.

Al interior de los hogares o en redes sociales (comunidades) la posición de las actividades no remuneradas,  es crucial para comprender oportunidades entre hombres y mujeres para mejorar las condiciones de vida a nivel personal como de familia.

Las relaciones de género vigentes en la sociedad boliviana, asignan a las mujeres la responsabilidad del cuidado de las familias  y de las comunidades. La inserción laboral de las mujeres depende de alternativas de conciliación de las actividades de cuidado al interior de las familias y de la existencia y accesibilidad de servicios públicos y privados de atención a niños y ancianos.

Las condiciones de inserción ocupacional de las mujeres depende, de la distribución de las responsabilidades del cuidado al interior de la familia y, entre el Estado, (creación de centros de cuidado y educación de niños menores a 5 años y de centros de asistencia en salud y de capacidades para ancianos/as) el mercado y la familia, ha consolidado la demanda de inclusión de la economía del cuidado en la agenda pública como tema central para la promoción de la equidad de género en las relaciones laborales.

Para encarar las necesidades de mujeres que son víctimas del empoderamiento económico, las mujeres deben ser conscientes de tener claridad para demandar sus derechos e implementar la legislación, los hombres deben apoyar el cambio cultural en la sociedad.

Reducir las brechas entre las aspiraciones, los logros y la realidad que se está viviendo, cuando existe violencia contra las mujeres, con fuentes de empleo vulnerables y la carga laboral no remunerada, mujeres que no tienen acceso equitativo a  la educación, salud, alimentación, etc.

Poner en práctica la agenda de la economía del cuidado como bien público e incorporar (i) la visibilización y valorización de las actividades de cuidado al interior de los hogares; (ii) la promoción de la división de responsabilidades entre hombres y mujeres con responsabilidades familiares; (iii) la oferta de servicios públicos o subvencionados de guarderías y alternativas para el cuidado de los niños menores a seis años y adultos mayores para hombres y mujeres con responsabilidades familiares; (iv) políticas de recursos humanos en las empresas y en el sector público facilitadoras de la conciliación entre las responsabilidades familiares y laborales de los(as) trabajadores(as).



Wanderley.F.(2008). Umbrales 18 Revista del Postgrado en Ciencias del Desarrollo. cides@entelnet.bo
  http://www.cides.edu.bo\   pag. 147_148